El jornadón unificado deja viva la lucha por Europa League, Conference y permanencia

¡Vaya jornada! Los diez primeros minutos tuvieron la friolera de seis goles, señal de que todos habían venido a jugar y aportar a un espectáculo que cada vez es menos habitual: los diez partidos unificados. Claro que, desde fuera, es muy bonito, pero la gran mayoría de clubes se jugaban el todo por el todo a 90 minutos. Los ojos más sufridores son los que miraban al descenso. Especialmente los de los seguidores del Leganés, aunque el tempranero gol de Raba les aliviaba. Después marcó Kike García, el de siempre, de penalti, salvando provisionalmente a babazorros. El lío pasaba al tejado de Espanyol y Getafe.

Problemas del primer mundo, el trepidante empate entre Celta y Rayo complicaba la clasificación europea para ambos, las clásicas tablas que no valen a nadie. Porque Osasuna sigue de dulce y se imponía con gol de, quién si no, Ante Budimir. También otro clasicazo como Stuani sumaba para su casillero en uno de los partidos más irrelevantes de la jornada. Antes de todo ello, el primer tanto de la tarde lo puso Ayoze, aunque Lamine arruinó la expectativa de Supercopa de los de Marcelino con un gol de los suyos.

El Atlético, especialmente inspirado, apagaba el sueño de Champions del Betis gracias a un tanto sideral de Julián. La zona media, prismáticos en mano, miraba con la curiosidad del espectador neutral esa parte baja en la que Getafe y Espanyol se complicaban y el Leganés se atrevía a soñar. Y para completar la remontada, un tanto de lo más decisivo: De Frutos para que la batalla con Europa deje de tener sentido. Atlético y Barcelona también anotaron su segundo: Villarreal y Betis se la jugaban, pero cuando hay calidad da igual el resto. Así se llegó al descanso, con aún Europa League y Conference en disputa (y vaya disputa) y el abismo al rojo vivo. Emoción a raudales, lo que sería este espectáculo de forma más frecuente...

Si hubo emoción en la primera, cómo no iba a existir en la segunda. Arrancó con una segunda roja para el Sevilla, con nueve ante el Real Madrid, y con el empate del Villarreal, obra de Comesaña. Nada que revolucionara nada. Paciencia. En jornadas así dan igual los estados de ánimo, la calidad, el físico. Sobre todas las cosas manda el corazón. Mauro Arambarri, corazón del Getafe de Bordalás, marcó en Son Moix para salvar matemáticamente a los suyos. En ese momento, claro. Al Leganés le seguía valiendo su victoria para seguir vivo, pero cada vez menos. Ese tanto lo dejaba mano a mano con el Espanyol. Todo un peligro.

Los nervios, los resultados que vieron en el tiempo de descanso y el saber que cada jugada puede marcar un destino tranquilizaron ese frenesí del morse de la radio tan mítico y frecuente a lo largo de esta tarde. Precisamente por ello algunos esprintaron y otros no quisieron correr riesgos. De los primeros, para tomar el ejemplo del Getafe. Un golazo de Uche amplió distancias en el marcador y salvó a los suyos venciendo y convenciendo. Tras derrotas sonoras y un runrún insoportable, se ganaron un día plácido. Más vale tarde que nunca.

El que no tenía nada que demostrar, pero sí algo que cerrar, fue el Athletic. Berenguer, que ha hecho un temporadón, lo cerró con un gol a lo Robben con un derechazo desde fuera del área limpiando telarañas. Una barbaridad, un tanto de los que hacen grande nuestra Liga. Pese a que los grandes importaban menos que nunca, sus goles también son noticia: Julián puso el tercero para sofocar la rebelión del Betis y Mbappé sigue opositando a la Bota de Oro con un zapatazo desde fuera del área. Ha acabado el año volviendo a ser el que era.

Y ya los matices. No demasiados se preocupaban porque Portu marcara el 2-2, pero el pitidito alertaba. Tampoco que Buchanan adelantara al Villarreal frente al Barça, aunque esto sí alertaba al Athletic. Otro medio irrelevante en el Reale Arena y por fin uno trascendental: Osasuna confirmaba su batalla por Europa gracias a Raúl García de Haro y más sufrimiento para el Espanyol. El Mallorca también llamaba la atención aunque necesitaba uno más para tener fe y condenar al Getafe. El final fue, finalmente, más relajado del ritmo promedio de una tarde así y dejó conclusiones: Europa League, Conference League y descenso seguirán en juego en la cita final.

Habrá emoción, pero no será en la parte más alta... El Barcelona ya era campeón y tanto Real Madrid como Atlético de Madrid veían el partido como un trámite para acabar la temporada antes del Mundial de Clubes. El Athletic Club también... si no fuera porque este año el cuarto clasificado tiene el privilegio de jugar la Supercopa de Arabia por el Clásico en la final copera. Los bilbaínos necesitaban ganar y, como lo hicieron, dejan sin vida a un Villarreal que está terminando la campaña de forma impecable. El Submarino Amarillo asaltó el Camp Nou y garantizó una quinta plaza que tenía medio resuelta. Tiene el average perdido, por lo que seguirá esperando para participar en esta Supercopa Final Four.

El Betis tenía muy complicado meterse en Champions y desde hace tiempo ya tenía la mente más bien puesta en la primera final europea de su historia. Llegará una vez acabe LaLiga, ante el Chelsea. Por ahora se conforma con la Europa League, que no es poco. Peleó con algunos suplentes en el Metropolitano, ante un Atlético que deseó un buen fin de fiesta a su afición. El Celta pudo clasificarse, pero el Rayo le plantó cara, le remontó y ahora deja una batalla sin cuartel para la cita final. Los de Giráldez ya tienen solo un punto de ventaja con respecto a la novena posición, por lo que incluso podrían quedar fuera de Europa. Ver para creer.

Mallorca, Valencia y Real Sociedad quedan fuera de combate. Por lo demás, imposible sacar conclusiones. El Celta juega contra un Getafe salvado y si gana estará en Europa League. El empate solo le vale si alguno de sus rivales no gana. Y perder ya es rezar. Al menos, tiene mejor average general con Osasuna, aunque perdido el particular con Iñigo Pérez y los suyos. El Rayo Vallecano, que tiene el average ganado a los rojillos, jugará en Europa si gana al Mallorca. Osasuna, por su parte, necesita vencer a un salvado Alavés y esperar a que falle el resto.

El equipo de Borja Jiménez se hizo grande y resistió en Gran Canaria para seguir con vida en Primera División. Ni siquiera los triunfos del Alavés le tumban. Los tres puntos el resultado adverso del Espanyol le dejan en una situación complicada, pero viable para obrar el milagro. Los babazorros, que se impusieron al Real Valladolid, sí están matemáticamente un año más en Primera División. También el Getafe, que ganó al Mallorca en Son Moix.

Y el Espanyol, que tenía una situación inmejorable hace cinco jornadas y daba por sentada la permanencia, encadena una nefasta racha de resultados, que le obligará a no fallar en la última cita para salvar la categoría. El conjunto pepinero necesita ganar y que los pericos no lo hagan. El empate a puntos favorece a Borja y los suyos, que tienen el average ganado.

No, la gran emoción vivida este domingo con diez partidos simultáneos no se dará en la Jornada 38. Así lo exigen las televisiones, a no ser que no quede más remedio. Los siguientes partidos no tienen absolutamente nada en juego: Barcelona-Athletic, Real Madrid-Real Sociedad, Girona-Atlético de Madrid, Villarreal-Sevilla y Betis-Valencia.

LaLiga también podría programar la emoción en dos bloques. Por un lado el europeo, con el Getafe-Celta, el Rayo-Mallorca y el Alavés-Osasuna. Por otro, el drama del descenso, con el Espanyol-Las Palmas y el Leganés-Real Valladolid. A buen seguro, los partidos se distribuirán en diferentes horarios.